TU DIÁLOGO INTERIOR AFECTA TU VIDA.
A veces nos quedamos culpando el entorno, nuestros padres, la economía y un sin número de causas por la clase de vida que tenemos, la cual en muchas ocasiones nos causa incomodidad, insatisfacción y porque no decirlo, frustración, desconociendo un aspecto fundamental: somos los arquitectos de nuestra vida, la creamos con los pensamientos, emociones y reacciones del día a día.
Adicionalmente, cuando responsabilizamos a los demás, generalmente estamos en el papel de víctimas, el cual nos sumerge en un mar de descontento y angustia, no encontrando salida, atrayendo de manera inconsciente, más situaciones similares para reafirmar ese rol.
Es la voz con la que moldeas tu percepción, tu identidad… y tu realidad y solo cuando nos hacemos conscientes y a cargo de nuestro diálogo interior, de las conversaciones que tenemos con nosotros mismos, empezamos a ver la luz a través del túnel y transformar nuestra realidad.
Nuestro diálogo interior afecta nuestra salud física, emocional, energética y psicológica, el diálogo interno negativo modifica el cerebro y hace que seamos más vulnerables a los trastornos de ansiedad y depresión, entre otros.
Es la voz con la que moldeas tu percepción, tu identidad… y tu realidad. Y en ocasiones ignoramos algo esencial: Somos los artífices de nuestra vida.
Está demostrado, que en un día tenemos más de 10.000 pensamientos. Esos pensamientos generalmente son los mismos que los del día anterior, que a su vez son un cúmulo de pensamientos de mucho tiempo, de nuestros padres, de nuestro entorno, son repetitivos, cíclicos y, es precisamente ese diálogo interno el que impacta nuestra vida, con el cual estamos creando nuestra realidad, y pude llegar a ser tu peor enemigo, te des empodera, te causa inseguridad, estrés, enfermedad y otras emociones negativas. De manera que es importante hacer consciencia de nuestros pensamientos
“Locura es hacer una cosa una y otra vez y esperar diferentes resultados”
Albert Einstein
Si no estás satisfecho con tu realidad, en cambio, de estar esperando que el mundo cambie, hazlo tú y verás como todo empieza a transformarse, por ello es importante trabajar en uno mismo, en nuestro crecimiento
¿Por dónde empezar?
- Comienza por hacerte consciente de tus pensamientos, préstales atención. Escucha tus pensamientos, toma nota de ellos… ahí comienza tu transformación.
- Observa qué historia estás repitiendo en tu mente. ¿Te empodera o te limita? ¿Esa historia va a crear la vida que tú quieres? O, por el contrario, te estás alejando de ella.
- ¿Cuánto tiempo permaneces en ese pensamiento? ¿Es el primer pensamiento de la mañana? ¿Es recurrente?, pregúntate: ¿A quién le pertenece? ¿Es tuyo o estás repitiendo las creencias de los demás?
Redirige tu atención.
- Recuerda momentos que te hicieron sonreír, siéntelos, revívelos
- Conecta con lo que te inspira.
- Pero, sobre todo, AGRADECE. Porque el acto de agradecer, incluso por lo más pequeño, eleva tu vibración y te conecta con una nueva frecuencia de vida.